CHŪKAI, ZHŌNG KEÍ,中魁, LA “CRESTA DE LA OLA”. (I)
Esta interpretación es personal, no es literal, pero pienso que es la expresión española que más se aproxima al significado que pretenden, según conceptos, dar a entender los diagramas chinos referidos.
Para Zhōng Kuí o Chūkai (中魁), aparte de los rigores literales, se le puede dar una significación de “el centro donde se desarrolla un proceso de cambio” o también “el momento donde se está en proceso de algo”, amén de ser el nombre de un conocido punto de acupuntura de la MTC (中魁穴) y un “alias” de otros puntos normalmente relacionados o situados en las articulaciones, de ser también el nombre de un espíritu benefactor relacionado también con las tradiciones taoístas y de la MTC (Zhōng Kuí 钟馗... Shōki 鍾馗).
中魁 CHŪKAI. EL CRITERIO.
Estamos ante un momento de cambio. El punto o tsubo “Gokoku”, posee una especie de “alias” para el conocido punto MTC IG-5 llamado Yáng Xī (陽谿, Yōkei), y este apodo no era otro que Zhōng Kuí: Chūkai o Shōki en japonés. Pero además, Zhōng Kuí o Chūkai (中魁), es una forma de criterio o concepto relacionado con la teoría Yin Yang, y por tanto forma parte de la filosofía o cultura taoísta.
“中”, 指的是正中心,
“魁”, 首或第一的意思。
首为阳,尾为阴,
故名“中魁”
“Zhōng” Centro, se refiere o en referencia al centro.
"Kui" El primer significado o la primer idea de pensamiento.
La cabeza es el sol (Yang), al final de la luna (la cola de Yin),
De aquí el nombre “Zhōng Kuí”.
El “Yin-Yang” es un símbolo dinámico, de armonía. Dos energías que interactúan en equilibrio creando la igualdad y la vida. Se necesitan mutuamente y no podrían vivir el uno sin el otro. Cada uno tiene dentro de sí parte del otro, y del ascenso y descenso alternativo es de donde nace la vida: cuando Yin alcanza su máxima expresión, comienza su depresión… y Yang, desde su mínimo, inicia su transformación a lo máximo.
Todo esto podemos verlo en la vida cotidiana y en la naturaleza viva que nos rodea. Ejemplos conocidos y muy usados son aquellos astros relacionados con la “Eclíptica” principalmente con el Sol y la Tierra… o con las olas del mar.
El diagrama de Día-Noche que puede observarse desde cualquier punto de la tierra. La figura, nos muestra ese viaje del Sol (日) y posiciones en cuatro momentos de su eclíptica. Cuando nosotros vemos aparecer por el horizonte el Sol cada mañana (punto A) y observamos el amanecer, en realidad, el día ya comenzó mucho antes, lo que en ese momento vemos es el comienzo de su apogeo, que alcanzará su cenit (punto B): esto es el Yang en el Yang; y a partir de ese mismo momento, el Sol comienza su descenso, cuando el Inn empieza a nacer en el Yang: esto es el comienzo de la noche. Cuando el Sol llega al punto C, lo que llamamos puesta del Sol, es cuando se inicia el Inn dentro del Inn, es ahora cuando nosotros decimos que comienza la noche, pero al igual que en el punto A, eso comenzó antes. La media noche, es el nadir del Sol, esto es el Inn dentro del Inn, e igualmente, es cuando comienza a mostrarse el Yang dentro del Inn, cuando comienza el nuevo día.
El significado filosófico chino de esto indica que ninguna grandeza puede durar, ninguna miseria puede persistir… todo cambia.
Para nuestro ejemplo, podemos considerar también el movimiento de las olas. El fenómeno es provocado por el viento, cuya fricción con la superficie del agua produce un cierto arrastre, que ocasiona “rizaduras” en la superficie, que después, por un efecto de fricción que se intensifica va dejando paso a las olas de gravedad.
En ellas, hay que distinguir dos movimientos. El primero es la oscilación del medio movido por la onda, que en este caso, como hemos visto, es un movimiento circular. El segundo es la propagación de la onda, que se produce porque la energía se transmite con ella, trasladando el fenómeno con una dirección y velocidad, en realidad se produce un pequeño desplazamiento neto del agua en la dirección de propagación.
En realidad lo que nos interesa más bien es el dibujo del esquema, similar al anterior del camino del Sol. La parte más alta de una ola es su “cresta”, y la parte más profunda de la depresión entre dos olas consecutivas se llama “valle”. Para nosotros, esas máximas alturas serían los respectivos “centros” de la ola: Una curva máxima en altura por encima del nivel del mar “Cresta” (Yang) y su homóloga bajo la línea de nivel del agua “Valle” (Yin).
La “Cresta” sería el cenit de la ola: el Yang en el Yang… y el “Valle” pasaría a ser lógicamente el Yin en Yin. Estas dos máximas expresiones de los opuestos es a lo que se llama “Chukai o Zhong Kui”.
Cuando bien el Yin o bien el Yang llegan a su máxima expresión, se inicia en cada uno de ellos la transformación en su opuesto (es el punto u “ojo” representado en el Yin y en el Yang): cada uno de ellos contiene la semilla del otro. Esto puede ser trasladado a las artes marciales, que siguen igualmente el sentido del Yin-Yang como base de sus preceptos.
No existe un momento determinado para comenzar la práctica de las artes marciales. Puede ser desde la niñez, o desde cualquier momento de nuestras vidas. La faceta deportiva y competitiva suele ser el reclamo del inicio en los menores, la práctica tradicional, la salud o la defensa personal en los mayores… aunque siempre hay circunstancias especiales que motivan su práctica. Se dice “artes marciales tradicionales” o “práctica tradicional” porque se data su conocimiento, su destreza o su experiencia, en las culturas orientales, quizás más allá de los 1600 años de antigüedad.
"Aquí y Ahora" esto es, "vivir el presente", es el momento del Chukai. El momento de estar en la “cresta de la ola”. Momento personal de examen, de consideración… de elección entre continuar en la dirección hasta ahora andada o de tomar la responsabilidad de variar el rumbo. No considero ningún error que la persona tenga este tipo de reflexión en su andar por la vida. No hay que esperar a ser “viejo” para atender nuestro devenir.
Cuando el Yang ya encontrado su cenit y se encuentra su centro en lo alto del día, su existir se ha producido antes, ha recorrido un trecho de su camino: ¿a dónde le ha llevado ese camino? ¿qué le ha aportado ese camino andado? ¿para qué le va a servir lo hallado? ¿…?
El camino recorrido es lo que da sentido a un viaje que va desde el nacer al morir. Un camino que cobra vida propia conforme andamos, según vivimos: con sabores y con sinsabores, tramos rectos que se alternan con otros más tortuosos, momentos felices con momentos infelices… pero si no “vamos” allá, nunca sabremos que hay allá. Podemos encontrar muchos “allá” que nos irán indicando si nuestro rumbo es bueno, pero llegados ahí, al Chukai, seremos nosotros quienes decidamos si continuar contentos por ir encontrando lo que buscamos.
Llegado el Yang a su esplendor, comienza el florecimiento del Yin, una nueva etapa nace. En lontananza, el día va transformándose en la tarde y ésta, poco a poco, “piano piano”, se adormece en la oscuridad de la noche: un nuevo ciclo, más interior, con más recogimiento… pero con las mismas esperanzas del avance, del continuar aprendiendo… ¡desaprendiendo!
Nuestra vida ni es para cansarse ni para aburrirse: sólo tenemos una y es para vivirla. El arte marcial puede ser entendido como externo (Yang) o como interno (Yin), pero sea cual sea nuestro arte marcial que practicamos hemos de descubrir que esto no es cierto. El Yin y el Yang nunca van por separado pues no tendrían razón de existir.
Vivir la vida como es debido, a través del arte marcial que practicamos y por el que nos proyectamos por el camino que recorremos: es apertura. El camino necesita espacio, trayecto, aventuras, problemas y soluciones… todo esto es lo que favorece al saber, al aprender, a la adquisición de la experiencia. Cuando decides que necesitas un Chukai… paras lo justo para el examen de conciencia, si la experiencia adquirida te muestra que vas en la dirección adecuada… prosigue tu camino, sino… cambia, toma otro ramal, pero sigue en pos del camino… del Tao… del Dô.
Vivir la vida como es debido, a través del arte marcial que practicamos y por el que nos proyectamos por el camino que recorremos: es apertura. El camino necesita espacio, trayecto, aventuras, problemas y soluciones… todo esto es lo que favorece al saber, al aprender, a la adquisición de la experiencia. Cuando decides que necesitas un Chukai… paras lo justo para el examen de conciencia, si la experiencia adquirida te muestra que vas en la dirección adecuada… prosigue tu camino, sino… cambia, toma otro ramal, pero sigue en pos del camino… del Tao… del Dô.
Esto es Dô, camino, vía, senda… lo otro, el otro Dô, el que se usa como “apellido”… normalmente suele ser deporte. Y esto no es que sea bueno ni malo, es lo que es. Son medios distintos quizás, no lo sé, recorridos diferentes, más personales… distintos, lo que cada cual busca. Lo importante es no parar, variar si es necesario, pero continuar… y saber llegar.
2018年 5月6日
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